Muchos padres vienen a consulta preocupados por los miedos de sus hijos. Por eso decidimos escribir este artículo. Queremos explicar que miedos son habituales en las diferentes etapas del desarrollo de nuestros pequeños, para que podamos valorar desde casa. Y no nos alarmemos sin necesidad. Que como todos sabemos la información es la mejor fuente de tranquilización para un padre. Una vez se controla la situación y se tiene la información, podemos decidir que hacer y como solventar el “problema”.
Los niños tienen diferentes miedos dependiendo del nivel de desarrollo en el que se encuentren, y la mayoría de ellos son normales y probablemente necesarios para el desarrollo psicológico del niño.
¿Por qué?
Porque asustarse ante un peligro real y tomas las medidas pertinentes para eliminarlo es necesario para la supervivencia y para adaptarnos al medioambiente. Si no tuviéramos estos miedos probablemente no miraríamos al cruzar la calle, y podríamos ser atropellados. Los miedos de los niños van cambiando conforme se hacen mayores, y en cada niño se hacen específicos del entorno.
La edad de máxima incidencia de miedos en los más peques es de 2 a 4 años. Y los miedos más comunes son los siguientes:
Menores de 2 años:
- ruidos
- Caerse
- Objetos sorpresivos
- Personas y situaciones extrañas
- A lo desconocido
Los 3 años: miedo a las situaciones básicas concretas
- oscuridad
- Ser abandonados
- Estar solos
Entre los 4 y 5 años: siguen existiendo los miedos de los años anteriores y se añaden
- miedos “naturales”, como por ejemplo, fuego, truenos, animales salvajes…
A los 6 años: siguen los anteriores y aparecen nuevos
- ladrones
- Secuestradores
- Brujas
- Fantasmas
Entre los 7 y 8 años: se va el miedo a los animales grandes y aparecen otros a animales pequeños
- cucarachas y otros insectos
Hasta los 9 años: siguen sintiendo miedo, pero a su vez se ven atraídos por ellos
- películas de terror
- Libros de pesadillas
En la preadolescencia: comienzan a desarrollarse los miedos a
- enfermedades
Cómo todos sabemos cuando tenemos hijos pequeños, sus miedos no son los que “nos gustarían”, pero poco a poco podemos enseñarle miedos “utiles” para que entiendan que el trafico es peligroso, el fuego hace daño, etc. Pero tenemos que tener en cuenta, la cantidad y calidad de los miedos que le inculcamos a nuestros peques.
Si crees que los miedos que tiene tu hijo son desproporcionados o excesivos hacia un objeto o situación, no dudes en contactar con un profesional que pueda ayudarte a resolverlo. El tratamiento psicológico es el tratamiento que más funciona en estos casos. ¡Te lo podemos asegurar!