La ansiedad social es algo más común de lo que parece. Todos en algún momento hemos experimentado un cierto nivel de ansiedad en algunas situaciones sociales, pero hay un porcentaje que sufre fobia social. Si conoces a alguien con estas características, es posible que hayas intentado ayudarle y no sepas muy bien cómo. En general, se enfrentan a mucha incomprensión y, aunque se tenga buena intención, no todo lo que hagamos y digamos les disminuye la ansiedad, sino que puede que, sin querer, aumentemos la presión.

Es posible que si conoces a alguien con este problema creas que lo entiendes perfectamente pero es necesario prestar mucha atención. Vamos a presentarte los errores más frecuentes, ¿te sientes identificado/a?

“Pero si sólo vamos a quedar con dos personas”

Puede que parezca que porque sean pocas personas ya la ansiedad tiene que ser menor. Sin embargo, influyen muchos factores: el hecho de que sean pocas no la disminuye sino que la aumenta, puesto que no pasará tan desapercibido. También hay personas que les pueden generar más ansiedad que otras.  A lo mejor es la actividad a realizar o el entorno. Lo importante es escuchar y no dar por hecho.

“Sólo debería pasarle con desconocidos, no conmigo”

La ansiedad social implica que puede aparecer ansiedad al relacionarte con los demás, no discriminando entre unas personas u otras. Si bien es cierto que puede haber personas con las que el nivel de malestar sea menor, esto puede deberse a muchos factores y pueden tener ansiedad incluso con sus padres y pareja.

“Sólo es hablar, lo hace todos los días. No es para tanto”

Relacionarse implica una serie de habilidades que se aprenden y no consisten sólo en hablar. Además, durante la interacción, la persona teme ser criticada o rechazada, así como quedar en ridículo. Si le das a entender que es algo súper sencillo, estarás invalidando, diciéndole que no puede sentir el malestar que siente y podrá sentirse más incapaz: “¿si es tan fácil por qué a mí no me sale?”

“Si está callado es que no tiene nada que decir”

No dar opinión aunque se tenga, no hablar aunque se quiera es algo común para las personas que experimentan este tipo de ansiedad social. Por tanto, no implica que no tengan opinión sino que probablemente les aterre comentarla. Generar un ambiente seguro y animar a que opinen cuando quieran y sin presionar, ayudará a que se sientan comprendidos. Son personas igual de interesantes e inteligentes, la fobia social no disminuye sus cualidades.

¿Cómo ayudar?

Vamos a dejarte una serie de orientaciones para que tus ganas de ayudar sean realmente efectivas y apoyes en todo lo que esté en tu mano.

1. Escuchar: Es lo primero que tenemos que hacer. Escuchar activamente es diferente de oír, es atender al estado emocional de la otra persona. No ignorar lo que siente y mostrar comprensión.

2. Validar: Esto implica que la persona sepa que puede sentirse como se sienta en ese momento, evitando frases como “es una tontería”, “pero eso no es nada…”. Y, sobre todo, no decidas sin tener en cuenta lo que piensa, dará la impresión de que sabes mejor que él/ella qué es lo que hay que hacer.

3. No culpabilizar: Es importante evitar todos aquellos juicios que hagan completamente responsable de la situación a la persona ya que aumentará su angustia. Decir cosas como “no te esfuerzas”, pueden ser muy dañinas.

4. No preocuparse más que la otra persona: Si esto sucede, le estaremos dando a la situación peso aún mayor y se angustiará.

5. Animar y reconocer logros: Cualquier pequeño paso es un gran avance. Conseguir pedir en un restaurante, hablar con alguien desconocido… Esas cosas que pueden parecer tan fáciles requieren de un gran trabajo previo y merece ser reconocido. Además, les ayudará a seguir superándose.

6. Evitar añadir elementos de estrés: Enfrentarse a una situación social ya genera bastante ansiedad. Si además, culpamos, presionamos o provocamos una discusión, el nivel de malestar subirá innecesariamente.

7. Colaborar: Si está acudiendo a terapia, ayuda en lo que te pidan. Puede que al principio necesite tener más información de los planes o tener su espacio para exponerse a sus miedos. ¡Tu apoyo es muy importante!

Si eres familiar o amigo o te sientes identificado con lo que hemos hablado de la fobia social, recuerda que en el Centro de Psicología Idea contamos con los mejores profesionales en psicología de Tenerife, preparados para ayudarte en el proceso de hacerle frente al miedo y la ansiedad.