En ocasiones evitamos nuestras emociones ya que comúnmente suele pensarse que hay emociones positivas y emociones negativas.

¿Es realmente así? ¿Hay emociones buenas y malas?

Sin duda, hay emociones que nos hacen sentir bien, nos sentimos plenos, felices y no queremos salir de ese estado.

Pero también existen momentos en los que nos sentimos sin energía, como si tuviéramos un gran peso en la espalda que no nos deja avanzar.

Debido al lastre que suponen estas sensaciones o emociones desagradables para desenvolvernos en el día a día, influyendo muchas veces en varios aspectos de nuestra vida, queremos deshacernos de ellas rápidamente y no encontramos un sentido o un para qué a esa emoción. Es muy comun que prefiramos reprimir estas emociones, en vez de darles cara y dejarnos sentirlas.

Este instinto aunque natural para muchos, desadortunadamente puede ser muy dañino. No nos permite procesar las emociones, y si no son procesadas, no se pueden soltar y dejar atras. Se pueden ir acumulando, o nos bloquean de llegar a la raiz de nuestros problemas.

Todas las emociones tienen su función

Absolutamente todas las emociones tienen una función. Por eso surgen, nos dan información sobre algo que puede estar sucediendo en nuestro entorno que es importante por algún motivo para nosotros. Por otro lado, nos dan información de algo que puede estar sucediendo a nivel interno. Pueden ser pensamientos o percepciones acerca de la realidad, o algo que estamos descuidando que es importante en nuestra vida sin ser conscientes.

Por ejemplo, la tristeza nos invita a retirarnos para reflexionar acerca de algo, es una emoción que permite parar y mirar en nuestro interior. El enfado es una reacción ante algo que percibimos como amenazante o injusto. Para defendernos y dar una respuesta o reinterpretar la situación desde otra perspectiva.

No hay que huir de ellas, sino dedicar un espacio de tiempo a nosotros mismos e indagar, desde la confianza en nosotros mismos, no desde el miedo. Siempre van a surgir, atenderlas es importante no desde la inseguridad sino con una actitud de escucha y curiosidad para conectar con ellas y lo que nos están transmitiendo.