Todos conocemos la frase “cada maestrillo tiene su librillo” y todos también sabemos que la paternidad es así. Cada padre y cada madre tienen su estilo, su manera de educar como mejor saben a sus hijos. Y cada familia es un mundo. Ningún padre intenta hacerlo de mala manera. Eso también lo tenemos claro. Existen varios estilos educativos, es decir, según eduquemos a nuestros hijos podremos entrar en uno o en otro grupo, o estar en medio de dos de ellos. Los estilos son los siguientes: democrático, autoritario, permisivo y negligente, y aunque nos adentraremos a explicar en que consiste cada estilo educativo en otro artículo, si que podemos adelantar que el autoritario (imaginen un padre o una madre que exigen la obediencia sea la mayor virtud de sus hijos, incluso si fuera necesario, utilizando medidas de fuerza o castigo para que los niños estén de acuerdo, en un papel subordinado y sin autonomía) es el que más se acerca a los papás y mamás que tienden a utilizar la sobreprotección.
Pero, ¿qué es la sobreprotección? Muchos padres pensarán al leer este artículo: “¿Querer a mi hijo y que esté siempre a salvo es eso? ¿Qué no le ocurra nada malo con lo horrible que es el mundo, es ser sobreprotector? Por que si es eso… muchos de nosotros querríamos ser así.” Pero no lo es. Ser un padre sobreprotector significa sentir una preocupación constante y desproporcionada por la seguridad del niño, incluso llegando a introducirte en su autonomía para poder calmar nuestra preocupación.
Y la sobreprotección tiene efectos y consecuencias negativas sobre ti, pero sobre todo, en tu hijo. Como pueden ser niños extremadamente miedosos, dependientes, con baja tolerancia a la frustración, con problemas a la hora de desarrollar y crear su personalidad, entre otras. Tanto es así, que las personas que en su adolescencia o adultez presentan problemas como agorafobias, fobias sociales, o trastorno obsesivo compulsivo coinciden en una infancia de sobreprotección.
¿Soy un padre sobreprotector?
Saber si eres un padre sobreprotector es fácil, únicamente tendrás que contestar a una serie de preguntas. Anota la respuesta que más se acerque a la manera de educar a tu hijo, y antes de contestar recuerda que cuanto más sincero seas y más se acerque la respuesta a la realidad, también lo hará la resolución del test.
- Intentas bajo todas las circunstancias posibles que tu hijo experimente situaciones desagradables.
- Le das a tu hijo total libertad para que pueda experimentar el mundo por si solo.
- Desde que mi hijo hace algún gesto, ruido, o movimiento estoy ahí para saber que necesita y como puedo solucionárselo.
- He dejado de ayudar a mi hijo en ciertos aspectos que ya está capacitado para hacer por si mismo.
- No me gusta que mi hijo salga por ahí con sus amigos.
- Suelo advertir a mi hijo, varias veces, sobre los peligros que pueden ocurrir si realiza ciertas acciones, por lo que es común que me escuche decir: no subas ahí que te caerás y te harás mucho daño”, “si vas tu solo puede pasarte algo malo”
- Si no ayudo a mi hijo, me siento culpable ENLAZAR ARTICULO CULPA
- Cuando otras personas se dirigen hacia mi hijo, suelo dejar que él responda por si solo.
- Cuando mi hijo comete un error intento arreglarlo, cubrirlo o ignorarlo.
- Soy responsable absoluto de todo lo que le ocurra a mi hijo.
Si has contestado más de 7 respuestas afirmativamente, cumples las características para ser un padre sobreprotector. Pero no te preocupes, este test no es determinante. Y aunque puedas pensar que no tiene solución, si la tiene.
¿Qué puedo hacer?
La sobreprotección es un estilo educativo. Y los estilos educativos son patrones de acciones que hemos aprendido a desarrollar con nuestros hijos a base de experiencias, lo cual es una buena noticia, porque todo lo que se puede aprender, también se puede desaprender. Por lo que nosotros te podemos ayudar en ese sentido.
Si sientes que cada vez la preocupación que sientes por tu hijo es más y más excesiva, hasta el punto en el que está afectando tu relación con tu hijo, e incluso el clima familiar y sobre todo a ti, como persona. No dudes en venir a vernos. Somos expertos en este aspecto.