7 hábitos que alimentan la seguridad en uno mismo.

Estos son las rutinas que podríamos implementar en nuestro día a día para aumentar nuestra seguridad.

1. Descubre y potencia tus puntos fuertes

Muchas veces no somos conscientes de lo bien que hacemos algo y por no ser conscientes, no podemos potenciarlo. Pararnos a redactar una lista de actividades que se nos da mejor que el resto de las que realizamos, es un buen método para focalizar aquello que

 nos gusta hacer y hacemos objetivamente mejor que el resto.

Pensemos por ejemplo, en una persona que juega a fútbol en un gran equipo. ¿Cómo ha llegado hasta ahí? Probablemente se haya dado cuenta de que le gustaba jugar al fútbol, que se le daba mejor que el resto de cosas que hacía y entonces, comenzó a focalizar sus fuerzas en entrenar más horas que el resto.Cuando descubrimos aquello que nos gusta y se nos da bien, es más fácil que podamos invertir tiempo y esfuerzo en ser mejores de lo que somos ahora mismo.

2. Repasa lo que hayas conseguido y que no se te olvide

A lo largo de nuestra vida, por corta que sea, hemos hecho cosas que nos han costado lo nuestro. Repasar todo lo que hayamos alcanzado, nos hace palpar y observar de manera real los objetivos que hemos logrado con nuestro trabajo y esfuerzo. Y si esas cosas las hemos conseguido, ¿qué te hace pensar que lo siguiente que te propongas no lo conseguirás?

3. Haz una vez a la semana algo que te guste, que te haga sentir bien

Cuando nos sentimos bien con nosotros mismos, nos sentimos más seguros. Eso es una realidad. Confiamos más en lo que hacemos, nuestra productividad aumenta y nuestra sensación de que somos unos “cracks” también. Entonces, ¿cómo hago para sentirme mejor? Eso podría ser un articulo completamente diferente. Pero en definitiva, y lo más importante para ello que te vamos a pedir, es que realices una actividad que te haga sentir bien a lo largo de la semana. De las 168 horas que tiene la semana, pedimos que cojas 1 para ti. ¿Te parece mucho? Entonces, replantéate que haces con tu vida. Tú eres lo más importante de tu vida. Eres el único que con un 100% de probabilidad llegarás contigo mismo hasta el final de tus días.

4. Mantén relaciones sanas

Este tema también daría como para tres artículos más. Pero en definitiva, lo que queremos que te quede realmente claro, es que uno de los factores más influyentes en la seguridad en nosotros mismos son las relaciones que creamos con los demás, y que los demás tienen con nosotros. Por eso, las relaciones que te hacen daño, no te aportan, sino más bien te restan… mejor lejos que cerca. Si quieres que profundicemos en este tema, déjanos un comentario o un email, escribiremos sobre ello con muchísimo gusto.

5. Gestiona el estrés

Cuando sentimos que los recursos que tenemos son pocos con respecto a la cantidad de cosas que tenemos que hacer, con mucha seguridad tendremos a pensar mucho más rápido en que “no soy capaz de hacer nada” que en la realidad: no das a basto porque eres humano.
El estrés se gestiona a través de la organización, la delegación y la asertividad (aprender a decir que no cuando es lo que toca). Después de tener esto bajo control, tu percepción sobre ti mismo, mejorará sin duda.

6. No te compares

Mira, ya lo decían las abuelas, las madres y todas las personas importantes de tu vida. Las comparaciones son odiosas. No las hagas. No traen nada bueno. ¿Por qué? Pues porque no hay una comparación que sea justa cuando se trata de personas. Cada uno de nosotros es un mundo, todos tenemos factores diferentes y circunstancias especiales, irrepetibles. Entonces, si no estamos en igualdad de condiciones, ¿de qué te vale? Nos queda claro que no podemos comparar una silla con una maceta, porque no son iguales. No pertenecen a la misma categoría. Pues tú tampoco.

7. Enfrenta los problemas

Cuando evitamos enfrentarnos a nuestros problemas, lo único que hacemos es posponernos. Hacer la bola más grande. Conseguimos empeorar las cosas. Porque, déjame decirte, que los problemas no se van solos. Hay algo maravilloso en plantarle cara a los problemas. Y únicamente descubrirás lo que es enfrentándote a ellos. Y ya sabes, si no puedes solo, pide ayuda. Es lo más inteligente y valiente.

Sabes que para cualquier otra duda, consulta o sugerencia, estamos aquí. En el Centro de Psicología Idea, contamos con el mejor equipo de psicólogos de Tenerife y estaremos encantados de ayudarte.