Cuatro razones por las que la procrastinación puede aumentar tu ansiedad y bloquearnos al intentar gestionarla. 

Razón número 1: No nos damos oportunidad para aprender a tolerarla. Y con el paso del tiempo, cada vez nos hará sentir más limitados. 

Razón número 2: No aprendemos a afrontar la situación que se nos presenta. Así que no podemos trabajar el miedo y es probable que acabe generalizándose.  

Razón número 3: No nos damos la oportunidad de comprobar que nuestro miedo sobre la ansiedad no es “tan horroroso” o “tan amenazante” como nos lo imaginamos 

Razón número 4: no tenemos la oportunidad de ver si tenemos la capacidad o las habilidades para poder afrontarlo en este momento de nuestra vida.

Estrategias para controlar nuestra procrastinación

Las estrategias que utiliza normalmente nuestra mente para gestionar dificultades, problemas o adversidades que nos producen tensión son: 

–       Afrontamiento orientado al problema: nos enfocamos en buscar una solución para lo que ocurre 

–       Búsqueda de apoyo social: compartiendo nuestra carga para hacerla más ligera 

–       Evitar: no hacer frente a lo que ocurre

La evitación no es necesariamente algo negativo, será útil dependiendo del contexto y de nuestra gestión emocional. No siempre tenemos que estar listos para afrontar una situación que nos evoque ansiedad, pero que sea nuestra única manera de responder ante una situación compleja, hará que al final la ansiedad se incremente.

El contexto es todo

Recuerda que todo esto que explicamos por aquí depende del contexto, y que quizás esto que explicamos aquí no se aplica a ti. 

Si tienes dudas o se te hace bola lo que explicamos aquí, no dudes en hablar con nosotras, te intentaremos ayudar en todo lo que podamos.