Deseas algo con todas tus fuerzas o quizás sólo con la mitad de ellas, pero quieres conseguir lo que te has propuesto. Caminas hacia ello hasta que de repente te encuentras con un muro enorme e insalvable. Intentas saltarlo, pero no llegas. Es demasiado duro para derribarlo y tampoco alcanzas a rodearlo. Está ahí, impidiéndote llegar a lo que deseas. Te quedas mirándolo, mientras la frustración empieza a recorrer tus venas. Sientes una gran molestia, ira, tristeza… porque ahora mismo, parece que no podrás conseguirlo.

La frustración surge exactamente cuando no conseguimos aquello que queremos. Ya sea que no hemos alcanzado un objetivo que teníamos en mente o que alguien no actúa como a nosotros nos gustaría. Y esto ocurre con mucha frecuencia en la vida, por lo que tolerar la frustración es vital para tener una buena estabilidad mental.

Tolerar la frustración

Ya hemos dicho que la sentimos cuando no conseguimos lo que queremos, pero ¿qué es lo que nos lleva a caer una y otra vez en ella sin que nos sea fácil pasar página? Aquí hay que preguntarse concretamente tres cosas:

• ¿Estás analizando bien la situación? Si nos estamos fijando más en los aspectos negativos, no veremos la imagen completa y por lo tanto, nos afectará más de la cuenta. Esto nos impedirá aceptar la situación y buscar soluciones alternativas.

• ¿Tienes la necesidad de controlarlo todo? Hay muchas cosas que no podemos controlar y si tendemos a tenerlo todo atado y bien atado, desde que ocurra algo inesperado se nos romperán los esquemas.

• ¿Sientes que no puedes soportar el malestar? Si cuando llega una situación de dificultad a tu vida sientes que no puedes con ello y te cuesta manejarlo, esta sensación la tendrás en aumento cuando no consigas aquello que deseas. Tener estrategias para gestionar nuestras emociones es de gran utilidad.

Aprender a generar soluciones alternativas para no quedarnos sólo con nuestro muro, así como a diferenciar entre lo que deseamos y necesitamos es clave para manejar la frustración y aumentar nuestra tolerancia a ésta.