Los seres humanos pretendemos o nos gustaría que los demás  se comporten como nosotros queremos. La diferencia está en cómo afrontamos el que eso no ocurra y en cómo intentamos conseguirlo. Se puede, por ejemplo, a través de la negociación o, por el contrario. A través de la manipulación.

¿Qué es manipular?

Tener una relación en la que la manipulación abunde supone tener una relación en el lado opuesto a lo saludable. Manipular es ejercer presión para que la otra persona haga lo que queremos de una forma no legítima. Y, se consigue porque suele generar miedo o culpa, haciendo sentir al otro muy mal. Además, no siempre se presenta de manera evidente. Muchas veces aparece de forma sutil lo que nos dificulta darnos cuenta de lo que está pasando.

Te dejamos a continuación las distintas técnicas manipulativas que existen, tanto las más burdas y directas, como las más sutiles e indirectas, para que aprendas a identificarlas y a evitarlas. ¡Verás cómo mejorarán tus relaciones!

Técnicas burdas de manipulación:

1. Atacar: responder con un ataque personal. Se expresa en frases como “¡eso no te lo permito!” “¡quién te crees que eres!” “¡tú no sabes bien quién soy yo”

2. Amenazar: se trata de intentar crear miedo para que la otra persona se comporte “correctamente”, como cree que debería. Puede intentarse amenazar diciendo cosas como “tú sabrás lo que haces…”, “te vas a arrepentir”, “te vas a acordar de esto, ya verás”

3. Negar: pretende hacer creer que la otra persona está totalmente equivocada, cuando no es así. Es negar lo innegable. Expresiones como “eso es imposible”, “nunca dije eso”, “eso no fue así”.

Técnicas sutiles de manipulación:

1. Ridiculizar: utilizar la ironía, el sarcasmo y la burla. Convertirlo todo en chiste, especialmente en grupo, supone una situación de mucha presión. “Cómo te pones por una broma”, “qué poco aguante”.

2. Desestabilizar: busca hacer dudar, planteando miles de preguntas para que llegues a cuestionarte si tu argumento era cierto o no. “¿estás seguro?” “¿crees que yo realmente haría eso?” “¿no eras tú el que decía antes que…?” “¿estás queriendo decir que…?”.

3. Culpar: hacer sentir culpable a alguien directamente, sin que exista realmente un error que genere la culpa, es una técnica de manipulación muy potente que genera un enorme malestar y consecuencias para la persona que la recibe.

Recuerda que la manipulación es identificable y por lo tanto, podemos hacer algo contra ello. La persona que manipula, no se sentirá tan mal, como la persona que es manipulada, pues estar en una posición de poder siempre es más cómodo. Pero también puede ser incomodo no saber como parar, si ese es tu casa, no dudes en contactarnos. Te podemos ayudar.