Soy persona, mujer, hija, nieta, hermana, pareja, amiga y, después de todo eso, psicóloga.
Creo que la psicología realmente puede transformar la vida de las personas. Siempre que estas quieran cambiar. Y eso me parece hasta algo casi mágico. Obviamente, la psicología representa gran parte de mi vida. Es la ciencia que estudia el comportamiento de las personas, y todos estamos rodeados de ella continuamente.
Me encanta mi trabajo, adoro ver cómo las personas mejoran con un trabajo bien hecho. Ver cómo con una “simple” ayuda se recomponen y aprenden a funcionar de una manera que les permiten sentirse mejor, tranquilos, con bienestar.
La verdad es que tengo mucha suerte con la profesión que elegí, y esto me hace estar verdaderamente agradecida. Si me preguntas qué me gusta aparte de la psicología, sería fácil contestar: un libro, un café y el mar.