Pensar en negativo.
Pensar, pensar y pensar. De forma negativa y en bucle ¿Te suena? Muchas veces cuando hablamos de la ansiedad pensamos en todos los síntomas físicos: pulsaciones altas, sensación de asfixia, dolor de estómago, sudoración… Pero hay otro componente que molesta mucho a las personas que padecen ansiedad y que a menudo se percibe como diferente a ésta y son los pensamientos negativos.
Los pensamientos de este tipo, son otro síntoma más de un estado ansioso. Recordemos que la ansiedad es un mecanismo de protección que se activa cuando detectamos un peligro (real o imaginado), por lo que nuestra cabeza elabora ese peligro en forma de pensamiento: ¿y si me da un ataque? ¿y si pierdo el control y le hago daño a alguien? ¿y si no es ansiedad y es otra cosa…?
Todos estos pensamientos generan miedo y por lo tanto, más ansiedad. Muchas personas que acuden a consulta lo hacen pidiendo parar los pensamientos.
¿Cómo se paran los pensamientos?
1. Cuestiona tus pensamientos.
Pista:
¿Usas mucho las palabras nunca – siempre / todo – nada? ¡Cuidado! La realidad no es siempre tan polarizada y usándolas dejas fuera muchas opciones. Además, un siempre y un nunca, magnifican todo, dándole más dramatismo a la situación del que ya tienen.
Lo mejor, hablar siempre en términos de probabilidad. ¿Cómo de posible es que ocurra lo que pienso?Un pensamiento recurrente en un episodio de ansiedad es creer que te va a dar un ataque al corazón, y esto no es posible.
La ansiedad se anticipa a lo que va a ocurrir, y lo hace de forma catastrófica. ¿Cuántas veces nos hemos imaginado haciendo el ridículo en una situación y luego no ha pasado nada de eso?
2. Recuerda: los pensamientos son sólo pensamientos.
No por pensar algo significa que sea cierto o que vaya a ocurrir.
Pista:
Imagínate que piensas en ganar la lotería constantemente, ¿significa eso que estarás en Las Bahamas a final de mes? Suena poco creíble, ¿verdad? Pues es lo mismo para pensamientos de tipo negativo.
3. No los evites.
Esto es lo más importante. Si los evitas, vuelven con más fuerza ya que no te has enfrentado a ellos y el miedo que te provocan, sigue ahí.
En resumen, es posible vencer a los pensamientos si te enfrentas a ellos y los relativizas.
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