Cuando hablamos de que nos estamos haciendo mayores y de que de repente, hay cosas que se nos van olvidando cuando antes las recordábamos con total normalidad, es inevitable pensar que puede que sea normal, o por el contrario, puede pasarme lo que le pasó a aquella amiga mía tan joven del pueblo, que con 58 años empezó a sufrir demencia.

Todos nosotros envejecemos, y muchas veces no sabemos si estamos envejeciendo de manera “normal” o de manera “no normal”. Y ¿qué significa eso? Un envejecimiento normal es cuando los cambios que vamos teniendo y sintiendo son fruto del paso del tiempo, y poco más. Un envejecimiento no normal es cuando además de los cambios que nos tocan por la edad que vamos cumpliendo, se añaden otros originados por algún tipo de enfermedad o por algún factor ambiental o por estrés. Es decir, la mayor parte de la población tiene un envejecimiento patológico, aunque suene extraño.

Varios estudios a lo largo de los años han demostrado cómo realizar actividades periódicas que mantengan una mente y un cuerpo activo hacen que el envejecimiento por el que estamos pasando, sea mucho más saludable y más autónomo de lo que podría haber sido si no hubiéramos prevenido.

Pero no nos desviemos, ¿Cuáles son los cambios que tiene nuestro cuerpo cuando se va haciendo “mayor”?

• Visión. conocido es que las personas mayores no ven igual de bien que una persona de 15 años. Empeora la capacidad de discriminar colores (sobre todo azules y verdes) y disminuye la agudeza visual. No se enfoca tan bien y tampoco somos tan buenos moviéndonos y en velocidad.
• Audición. Como todos sabemos, suele empeorar, por eso muchas personas mayores tienen más problemas en oír voces femeninas, en especial, porque son más agudas.
• Gusto y olfato. Dejamos de saborear con tanto gusto lo salado, dulces y ácidos, porque se nos mezclan los sabores. Al igual que dejamos de oler los alimentos.
• La piel es el mayor órgano del cuerpo humano, y como bien sabemos la mayoría de las personas mayores tienen arrugas, manchas, piel seca… Esto puede ser lo normal, pero en diferentes zonas del país podremos apreciar un envejecimiento más rápido de lo normal en este ámbito, por la sobreexposición al sol, como pueden ser las islas Canarias.
• Estructura muscular. Conforme vamos envejecimiento, nuestra masa muscular se va reduciendo, y entonces vamos bajando de peso, de talla. Esto a su vez, hace que vayamos perdiendo fuerza muscular.
• Sistema esquelético. Los huesos se vuelven más porosos y pierden mineralización con los años y por lo tanto podemos hacernos más “pequeñitos” y tener los huesos más débiles. Afectando mucho más a mujeres que a hombres.
• Articulaciones. se reduce la flexibilidad, nos ponemos más rígidos y por lo tanto, tenemos más dolores.
• Sistema cardiovascular. el corazón se modifica, por lo que tenemos menos sangre oxigenada (fuente de fuerza en nuestro cuerpo) por lo que se ve afectada la resistencia física general.
• Sistema nervioso. con los cambios vistos a lo largo de todo este artículo podemos corroborar que el cerebro también cambia. Pero el ejercicio cognitivo, a través de retos, o aprendiendo nuevas cosas, puede mejorar el tiempo de envejecimiento.

Es decir, es normal que se te olviden cosas, pero si esas cosas que se te olvidan son demasiadas que antes recordabas sin pestañear, deberás acudir a tu médico de cabecera para que te haga una revisión y sea el que determina si debes o no comenzar una actividad para ayudar a tu cabeza a envejecer más lentamente.