Tel. 672 137 146

Blog
¿Me estoy volviendo loco?

Muchos de nosotros podemos llegar a pensar esto cuando de repente empezamos a sentir que nuestro corazón va más rápido de lo normal.

 Puede que llegue de pronto o empieces a notar cómo va subiendo lentamente. Quizás la veías venir porque sabes qué te la ha provocado o ha llegado sin avisar y sin motivo aparente. Tal vez notes como tu corazón va a mil por hora, sientes que te ahogas o notas opresión en el pecho. Tu respiración va rápido y sientes una necesidad enorme de escapar, ponerte a salvo y de que se te pase ya, por favor. Puede que te esté pasando muy a menudo o que sólo que haya pasado alguna vez, porque te ha pasado alguna vez.

Con más o menos intensidad, todos hemos sentido ansiedad. Antes de ir a una entrevista de trabajo, después de una discusión, cuando quedamos con esa persona que nos gusta… Se ponen en marcha estos síntomas:

 

  • Sentir el corazón a mil por hora, palpitaciones.
  • Sentir que se ahogas o te falta el aire.
  • Tener la sensación de que te vas a atragantar.
  • Dolor en el pecho, o malestar.
  • Malestar en el estómago y puede que incluso náuseas.
  • Mareo o sensación de que te vas a desmayar.
  • Escalofríos o sensación de calor o frío repentinos.
  • Sensación de irrealidad o de sentirse separado/a de ti mismo.

 

¿Por qué ocurre la ansiedad?

La ansiedad es un mecanismo protector que tenemos. Sí, protector. A pesar de que sea lo que te genera ese malestar tan grande su función es protegernos. Se activa precisamente cuando existe o creemos que existe un peligro. Y, es en ese momento cuando se activan todos los síntomas que cumplen un propósito: alimentar nuestros músculos más fuertes y redirigir la sangre en el cuerpo para que podamos luchar o huir. Porque la ansiedad es un mecanismo de lucha o huida. Sin embargo, en la mayor parte de las situaciones en las que tenemos ansiedad, no solemos echarnos a correr o liarnos a puñetazos por lo que esa energía no se gasta y la tenemos que pasar por completo. Con todos los síntomas que tan escandalosos son. Y es que tienen que serlo, porque si no lo fueran no les haríamos caso, y recuerda que intentan alertarnos de un peligro.

Entonces, si es un mecanismo que nos protege… ¿Dónde está el problema? Pues en que a veces se activa cuando no existe un peligro real. Es como una alarma de un coche que se estropea y empieza a sonar indiscriminadamente. Su función es avisar de un posible robo pero, ¿estaría cumpliendo su función si suena aunque no esté pasando nada? Claramente no, y te supondrá un enorme dolor de cabeza. Sin embargo, el coche en sí no corre peligro. Y pasa lo mismo con la ansiedad.

Es muy importante como sociedad, normalizar la ansiedad y no verla como algo extremo, secreto y enfermizo. Todos la sentimos en algún momento y a todos nos puede llegar a desbordar. No hay que tratarla con enorme alarmismo porque entonces el monstruo parecerá más grande y peligroso, cuando no lo es. De hecho, cuando la gente acude por urgencias por un ataque de ansiedad, se le proporciona un tranquilizante y nada más. Hay que comprender que es extremadamente desagradable de experimentar sin llegar a generar la idea de que nos puede pasar algo grave por sentirla.

Estamos hechos para aguantar altos niveles de ansiedad. Piensa en aquellos que viven en zonas de guerra. Probablemente estarán sintiendo ansiedad mucho tiempo al día y no morirán por ello. No tendría sentido que nos protegiera y sin embargo, nos pusiera en peligro, ¿verdad? Lo que ocurre es que al desregularse y aparecer cuando no existe un peligro real para nuestra vida, nos provoca un gran malestar que, de persistir, puede afectar a nuestra calidad de vida. Por eso es importante pedir ayuda, para aprender a manejarla y afrontarla y, comprobar por nosotros mismos, que no es peligrosa y que de la misma manera que sube y sube, también baja. Y nosotros estamos aquí para ayudarte. Recuerda que contactarnos no requiere ningún tipo de compromiso y que te podemos ayudar muchísimo. 

compartir

Cuidar tu salud emocional es una buena Idea. Queremos compartir contigo algunas de las claves para gestionar los retos de la vida diaria: ansiedad, vida familiar, relaciones de pareja… ¡Te esperamos en los comentarios!

Categorías
Últimas entradas
Síguenos