Lo primero, a todos nos a costado buscar trabajo. Todos hemos pasado por esta situación y sabemos que se pasa mal, a todos nos ha ocurrido. Buscar trabajo es un proceso que requiere una estrategia y constancia. Buscar trabajo es un trabajo. Sabemos que es duro. Acepta que las reacciones que tienes son las normales que hemos vivido cualquiera ante esta situación. Permítete vivirlas.
Esto puede generar la creencia de que los acontecimientos parecen no depender de nosotros mismos, la sensación de que no tenemos control sobre lo que está ocurriendo, que lo que hagamos no va a cambiar sobre lo que está sucediendo. Esta idea nos lleva a actuar en consecuencia, es decir, como si esa idea fuera cierta. Y esta creencia, puede hacernos perder la confianza.
Empezamos a identificar que cada vez se nos hace más difícil encontrar trabajo. Por tanto, dejamos de actuar centrados en el objetivo de encontrar trabajo. Nos sentimos vulnerables, nos dejamos llevar, nos abandonamos. Y finalmente podriamos encontrarnos atascado e incluso dejando de buscar trabajo. Pero hay que seguir insistiendo.
La busqueda terminara, no dejes de buscar trabajo
Recuerda que es una situación eventual, acabará, tendrá fin. Debes darte el permiso para vivir las reacciones que hemos descrito anteriormente y que son normales en esta situación. Y luego, nos iremos poco a poco levantando. Recupera fortalezas, recordando todo lo que sabes hacer, no solo lo mecánico, sino esas conductas y comportamientos que hacemos bien y que en otras situaciones te han permitido salir adelante.
Para los momentos donde la motivación baja, las ganas flaquean y el futuro es difícil de ver, apoyate en los hábitos. Mantener los hábitos y las rutinas diarias como sin pensar, sacar al perro, hacer ejercicio o salir a pasear, nos mantendrá centrados para enfocarnos en el objetivo. Realizar esas actividades que tenemos pautadas nos ayudarán a seguir en nuestro día a día.